Sed

Neal Shusterman y Jarrod Shusterman | Nocturna  | 424 Págs | Autoconclusivo | 15'67 euros| Comprar aquí |

¿Hasta dónde llegarías para conseguir la última gota de agua? Alyssa vive con su familia al sur de California, en un barrio residencial muy apacible... Hasta que, un día, del fregadero deja de salir agua. Tras padecer varios años de sequía, eso tampoco es extraño; allí todo el mundo está acostumbrado a las advertencias: no riegues el césped, no llenes la piscina, no te des duchas largas. Pero esta vez ya no queda agua que ahorrar. En muy poco tiempo, el supermercado del apacible barrio residencial se ha llenado de familias desesperadas y dispuestas a todo con tal de conseguir un bidón de agua. Y cuando sus padres salen en busca de provisiones y no regresan, Alyssa, su hermano y el peculiar vecino que los acompaña no tienen más remedio que empezar a tomar decisiones difíciles para sobrevivir. Cueste lo que cueste.

Muchas gracias a Nocturna, por el envío del ejemplar.

¡Hola a todos! ¿Cómo va todo? La verdad es que hacía un montón de tiempo que no actualizaba el blog, así que no os asustéis si veis un montón de reseñas juntas. Desde que Nocturna anunció que publicaría la nueva novela de Neal Shusterman, el autor de una de las sagas que más me han enganchado en los últimos años,  El arco de la guadaña, supe que tenía que leerlo. 

En este caso, nos encontramos con una novela futurista, pero a la vez muy realista que pone el foco en el cambio climático y la escasez de recursos; en concreto el agua.

El finde de semana se presenta aburrido para Alyssan, preparar un trabajo para el instituto es su prioridad. Sin embargo, cuando abre el grifo del agua descubre que tras años de sequia y de estrictas advertencias y normas sobre el uso y disfrute del agua, ésta ha dejado de abastecer al estado de California. Cuando una hora después descubren que el supermercado de su pequeña y apacible ciudad está saqueado, serán conscientes que solo tienen dos opciones: esperar a que todo se solucione o sobrevivir.

La novela cuenta con varios personajes principales y varios narradores secundarios, todos ellos diferentes entre sí; diferentes personalidades y actitudes ante una crisis, que nos muestran la crisis desde todas las perspectivas. 

Entre los personajes principales encontramos a Allysa, que vivirá la crisis del agua junto a su vecino Kelton y su hermano Garret. Allysa es una adolescente como otra cualquiera, algo callada y vacilante que toma las riendas de la situación desde el principio, sabe que las buenas decisiones pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte, a toda costa intentará mantener a salvo a su hermano Garret. 

En cambio, Garret es un niño de diez años que en el fondo no comprende muy bien la situación por la que está pasando y lo único que quiere es volver a ver a sus padres. Kelton es un extraño personaje, a medio camino entre un friki de la supervivencia y un celebrito, la familia de éste siempre ha estado preparada para el fin del mundo, pero cuando éste finalmente llega les hace descubrir que la realidad siempre supera a la ficción.

Junto a estos personajes principales encontramos algunos narradores secundarios que van mostrando cómo la ciudad va sucumbiendo al caos y la necesidad de sobrevivir va dejando atrás al civismo y la humanidad.

El tema central de la novela es qué sucedería en la sociedad si faltara un bien tan esencial cómo el agua. ¿Seguiríamos siendo civilizados o sucumbiríamos al caos? A través de Sed, Neal nos muestra que cuando algo tan esencial como el agua falta, las personas pueden sucumbir al caos, la anarquía y a los instintos más básicos.  Todo un grito ecologista al daño tan drástico que estamos haciendo al planeta. 

En definitiva, Sed es una historia de supervivencia y un punto post-apocaliptica, llena de critica social pero también una historia que engancha con unos personajes bien construidos y con los que iremos sufriendo desde el primer minuto. 

Contadme, ¿os llama la atención la novela?¿habéis leído algo de Neal antes? Si vuestra respuesta es no, corred a por Siega, de verdad, no os defraudará.